4 de abril de 2009

Denervación renal para tratar la hipertensión




Según recoge ‘The Lancet’, induce una reducción considerable y constante de la presión arterial ya desde el primer mes. Según concluye un estudio coordinado por investigadores de la Monash University de Melbourne (Australia) y publicado en la edición digital de The Lancet (2009;doi:10.1016/S0140-6736(09)60566-3), el empleo de la denervación renal, técnica basada en catéter para desactivar la actividad nerviosa de los riñones, podría resultar útil en el abordaje de las personas que tienen presión arterial alta difícil de tratar.

En torno a un 30-40% de la población mundial padece hipertensión arterial, y del 5% al 10%, hipertensión resistente. Hay una relación entre la hiperactividad del sistema nervioso simpático (que rige los riñones) y la progresión de la presión arterial alta, así como la enfermedad renal crónica e insuficiencia cardíaca.

En la investigación participaron 45 pacientes que tenían hipertensión resistente, definida como una presión arterial sistólica (PAD) de 160 mm Hg, que tomaban tres o más medicamentos antihipertensivos, incluido un diurético. Algunos de los pacientes se sometieron a un procedimiento conocido como “tratamiento basado en catéter percutáneo por radiofrecuencia” y luego fueron seguidos durante un año.

Concretamente, el tratamiento consiste en introducir un catéter por la arteria femoral (en el abdomen o muslo) hasta la arteria renal, y que luego se dirige al área donde se encuentran los nervios renales. Una vez ahí, se utiliza energía de radiofrecuencia para suprimir la actividad nerviosa.

Antes del tratamiento, la presión arterial media de los pacientes era de 177/101 mm Hg. Después del tratamiento, la presión arterial media se redujo en -14/10, -21/-10, -22/-11, -24/-11 y -27/-17 mm Hg en uno, tres, seis, nueve y 12 meses. Entre los pacientes que no fueron tratados, el incremento promedio en la presión arterial fue de +3/-2, +2/+3, +14/+9 y +26/+17 mm Hg a los uno, tres, seis y nueve meses.

En palabras del Dr. Henry Krum, autor principal del estudio, “con esta breve terapia basada en catéter demostramos un excelente perfil de seguridad. El procedimiento no causó efectos adversos a largo plazo. La denervación renal terapéutica condujo a una reducción considerable y constante en la presión arterial, alcanzada por pacientes que eran resistentes a varios tipos de medicamentos antihipertensivos. Asimismo, se observó una reducción de la presión arterial en un período tan corto como un mes, así como una reducción más marcada a los tres meses. Además, estas disminuciones se mantuvieron a lo largo de las evaluaciones posteriores”.

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