28 de marzo de 2009

La soja reduce a la mitad el riesgo de cáncer de mama



El efecto es mayor si se consume en la infancia.
El consumo de soja en la infancia podría reducir a la mitad el riesgo de desarrollar cáncer de mama, según sugiere un estudio del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos publicado en la edición digital de la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention (2009;doi:10.1158/1055-9965.EPI-08-0405). El trabajo muestra que las mujeres con raíces asiáticas, que ingirieron mayores cantidades de soja en su infancia, tenían un 58% menos de riesgo de cáncer de mama.
GA_googleFillSlot("articulo_300x250");
Según explica la Dra. Regina Ziegler, coautora del estudio, “históricamente, las tasas de incidencia del cáncer de mama han sido entre cuatro y siete veces superiores entre las mujeres estadounidenses que entre las de China o Japón. Sin embargo, cuando las mujeres asiáticas migran a los Estados Unidos, su riesgo de cáncer de mama crece a lo largo de varias generaciones y alcanza el de las estadounidenses”.

La investigadora añade que, en consecuencia, puede sugerirse la existencia de factores modificables en vez de genéticos responsables de estas diferencias internacionales. Es el caso del estilo de vida o de los factores ambientales, aún no identificados, razón por la que los investigadores llevaron a cabo su trabajo.

El estudio actual se centró en mujeres de descendientes de padres chinos, japoneses y filipinos que vivían en las ciudades estadounidenses de San Francisco, Oakland, Los Ángeles o Hawaii. Los investigadores entrevistaron a 597 mujeres con cáncer de mama y a 966 sanas. Si las mujeres tenían madres que vivían en los Estados Unidos, los investigadores entrevistaban a las madres para determinar la frecuencia en el consumo de soja durante la infancia.

Disminución del riesgo

Los científicos dividieron a las participantes en tres grupos en función del consumo de soja y compararon los grupos que tomaron más y menos cantidad de este producto. El consumo elevado de soja en la infancia se asoció con un 58% menos de cáncer de mama. Un nivel elevado de consumo de soja en la adolescencia y los años adultos se asoció con entre un 20% y un 25% de reducción en el riesgo.

La relación del consumo en la infancia se mantuvo en los tres grupos étnicos y en las distintas localizaciones de estudio, así como en las mujeres con y sin antecedentes familiares de cáncer de mama.

Como explica la Dra. Larissa Korde, directora del estudio, “debido a que los efectos del consumo de soja en la infancia no pueden explicarse por otras medidas que el estilo de vida asiático durante la infancia o la vida adulta, el consumo temprano de soja podría ser en sí mismo protector”.

Es más, el consumo de soja en la infancia se asociaba con un menor riesgo de cáncer de mama, lo que sugiere que el momento del consumo de la soja podría ser especialmente crítico. Aunque se desconoce el mecanismo que subyace a esta asociación, la Dra. Korde sugiere que el consumo temprano de soja podría tener un papel biológico en la prevención del cáncer de mama. “Las isoflavonas de la soja tienen propiedades estrogénicas que podrían producir cambios en el tejido mamario. Los modelos animales sugieren que la ingestión de soja podría dar lugar a una maduración más temprana del tejido mamario y aumentar la resistencia a los carcinógenos”, concluye la Dra. Korde.

Los investigadores advierten, sin embargo, que sería prematuro recomendar cambios en la dieta infantil. “Este es el primer estudio en evaluar el consumo de soja en la infancia y el posterior riesgo de cáncer de mama, y este único resultado no es suficiente para una recomendación de salud pública. Los descubrimientos necesitan ser replicados mediante más investigaciones”, comenta la Dra. Ziegler.

22 de marzo de 2009

Una vacuna reduce a la mitad el contagio congénito por citomegalovirus



La infección congénita por citomegalovirus es una causa importante de pérdida auditiva grave, así como retraso mental o motor en los recién nacidos. Sin embargo, podría dejar de serlo si finalmente se desarrolla una vacuna que por el momento se ha ensayado con éxito en 441 mujeres. Según se publica en el último número de The New England Journal of Medicine, las mujeres que participaron en el ensayo con este candidato de vacuna tuvieron un 50 por ciento menos probabilidades de contraer la infección que las que no fueron vacunadas.

El trabajo, sustentado por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y por la compañía francesa Sanofi Pasteur, ha sido coordinado por el pediatra Robert Pass, de la Universidad de Alabama, en Birmingham.La vacuna estudiada está basada en la glicoproteína B del citomegalovirus, que provoca la respuesta inmune, a la que se ha añadido una sustancia adyuvante: MF59.Los científicos invitaron a participar en el trabajo a mujeres sanas de entre 14 y 40 años que iban a dar a luz en la Universidad de Birmingham. De las 18.463 mujeres analizadas, un 24 por ciento fueron negativas para el citomegalovirus. Esta tasa coincide con los datos que proporcionan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, en Atlanta, y que sitúa la infección por el patógeno entre el 50 y el 80 por ciento de los adultos a partir de los 40 años.De las 441 mujeres incluidas en el ensayo -todas ellas sin la infección por el virus-, la mitad recibieron el candidato a la vacuna y el resto, una inyección inocua. Las vacunas se administraron durante el año posterior al parto.Las mujeres vacunadas presentaron menos infecciones durante los 42 meses de seguimiento del estudio frente a las que recibieron el placebo. Un 8 por ciento de las receptoras de la vacuna tuvieron la infección, comparadas con el 14 por ciento de las no vacunadas. La inmunoterapia resultó bien tolerada y produjo algunas reacciones locales que desaparecieron en menos de un día."El ensayo demuestra que la vacunación puede conseguir un grado estadísticamente significativo de protección materna frente a la infección por el citomegalovirus", concluye Pass.

FUNTE:diario medico

3 de marzo de 2009

AUTOMEDICACIÓN EN INFECCIONES URINARIAS PUEDE CAUSAR SERIOS PROBLEMAS RENALES

Los antibióticos son medicamentos de gran valor sanitario para el tratamiento de enfermedades infecciosas causadas por bacterias, pero su uso inadecuado como es la automedicación está ocasionando resistencia bacteriana, es decir, que el tratamiento con medicamentos habitualmente empleados, se hace muy difícil.“Es frecuente la automedicación en el caso de las infecciones urinarias a fin de tratar de solucionar el problema, sin considerar que esta patología requiere de la intervención de un especialista. Se hace cada vez más difícil el tratamiento de infecciones urinarias mal curadas y recurrentes, y consecuentemente ocasiona la presencia de serios problemas renales”, advirtió la Dra. Susana Vásquez, jefe del equipo de Uso Racional de Medicamentos, de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud.Explicó que la resistencia microbiana disminuye la eficacia de los antibióticos, y al perder su efecto terapéutico, una enfermedad puede agudizarse y no responder a los tratamientos establecidos, lo que lleva a la necesidad de recurrir a una terapia alternativa que generalmente incluye medicamentos de segunda o tercera línea, con un incremento significativo de los costos.También dijo que son pocos los estudios en nuestro país que muestran la irracionalidad en el uso de estos fármacos por automedicación; pero una investigación realizada por Digemid en el 2005, evidenció la disponibilidad de éstos sin receta médica en el 85% de los establecimientos del sector privado y 60% del sector público. Un estudio realizado en farmacias a nivel nacional en el 2007 comprobó que de un total de 3.173 personas entrevistadas, el 63% compraron antibióticos, de las cuales el 42% lo hizo sin prescripción médica. Otro estudio sobre los factores que determinan el uso de antibióticos en el Callao mostró que es una práctica común (49.6%) acudir a una farmacia a comprar un antibiótico sin receta médica. La especialista sostuvo que la población en general debe tener la capacidad y el conocimiento necesarios para prevenir las infecciones y reducir la transmisión de las enfermedades infecciosas, por medio de medidas sencillas, eficaces y de bajo costo, como por ejemplo:- El lavado de manos;- utilización de fuentes y contenedores de agua salubre;- hervido de agua;- Uso de mosquiteros para la prevención de paludismo;- Uso de preservativos para evitar las infecciones de transmisión sexual;- Vacunación en la infancia para el control de ciertas enfermedades infecciosas.Se recomienda además:- Frente a una dolencia o enfermedad, acudir a un establecimiento de salud- Cuando un profesional de salud autorizado recete un tratamiento con antibióticos, es importante seguir sus indicaciones.- Los antibióticos deben utilizarse con receta médica, el no hacerlo puede poner en riesgo la salud y la vida de las personas, un mayor riesgo se presenta en los niños y ancianos.
Fuente: MINSA